Residuos orgánicos
¡Hola!
¿Cómo están?
¿Recuerdan que les dijimos que por ahora íbamos a dejar el resto de los residuos no reciclables en el cesto negro?
Hoy les vamos a contar qué más podemos hacer para reducir estos desechos.
Vamos a conseguir un pote de queso, de helado, un recipiente de esos que se les perdió la tapa o una pequeña cajita.
En este recipiente colocaremos los residuos orgánicos.
¿Saben cuáles son?
Cáscaras y restos de frutas y verduras, saquitos de té y mate cocido, yerba,
cáscaras de huevo.
Estos desechos, si los devolvemos a la tierra, ayudan a que las plantas crezcan
fuertes y sanas.
Por eso, vamos a separarlos en un recipiente naranja. De esta manera
estaremos cuidando a las plantas y a todo el planeta ya que colaboraremos en la
reducción de basura.
Pintaremos el recipiente, pote de helado o lo que hayan preparado, de color
naranja. Pueden usar témpera, pegar papelitos, pintar con marcadores, etc.
Coloquen dentro una bolsa.
Cuando la llenemos, podemos tirarla con la basura común y ayudaremos a su
desintegración más rápida, o también…¡podemos hacer un compost!
Cómo hacer compost:
- Buscá un cajón de madera o un balde que ya no usen. Colocá dentro una bolsa.
- Cubrí la base con ramas y hojas.
- Ubicalo en un lugar a la sombra.
- Colocá un poco de tierra y luego los residuos orgánicos (En poca cantidad los
- cítricos alejan a las mosquitas,si son muchos, colocar en una bolsa separada
- y sacar con la basura negra ya que altera el ph del compost).
- Cubrilo con ramas y hojas.
- Remover la tierra una vez por semana.
En 6 a 8 semanas observá el color y el olor de la tierra, debería ser agradable
y húmedo, si es así… ¡ya está lista la tierra para agregar a tus plantas!
¿Vieron que poca basura va quedando en el cesto negro?
¡Hasta mañana!
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